sábado, 3 de enero de 2015

ORACIONES A LA VIRGEN MARÍA PURIFICADAS, CRISTIANIZADAS


Este blog convierte al cristianismo de Cristo las oraciones o plegarias marianas(con letra azul), a la virgen María, según lo estipulado en el evangelio puro de Cristo Jesús.

DE LA SALVE

“A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús,”

“A ti Espíritu Santo clamamos los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Espíritu divino, abogado nuestro,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús,”

DEL AVEMARÍA

Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén.

Espíritu Santo de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén.


Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Amén.
Santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Amén.

Bajo tu amparo nos acogemos,
Espíritu Santo de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro,
¡oh Espíritu glorioso y bendito!
Amén.
Espíritu Santo de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro,
¡oh Espíritu glorioso y bendito!
Amén.


Acuérdate,
¡oh piadosísima, Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido
a tu protección,
implorando tu auxilio
haya sido
abandonado de Ti.
Animado con esta confianza,
a Ti también yo acudo,
y me atrevo a implorarte
a pesar del peso de mis pecados.
¡Oh Madre del Verbo!,
no desatiendas mis súplicas,
antes bien
acógelas benignamente.
Amén.

Acuérdate,
¡oh piadosísimo, Espíritu Santo!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido
a tu protección,
implorando tu auxilio
haya sido
abandonado de Ti.
Animado con esta confianza,
a Ti también yo acudo,
y me atrevo a implorarte
a pesar del peso de mis pecados.
¡Oh Padre del Verbo!,
no desatiendas mis súplicas,
antes bien
acógelas benignamente.
Amén.
¡oh piadosísimo, Espíritu Santo!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido
a tu protección,
implorando tu auxilio
haya sido
abandonado de Ti.
Animado con esta confianza,
a Ti también yo acudo,
y me atrevo a implorarte
a pesar del peso de mis pecados.
¡Oh Padre del Verbo!,
no desatiendas mis súplicas,
antes bien
acógelas benignamente.
Amén.


¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me entrego del todo a Ti
y en prueba de mi afecto,
con amor filial te consagro en este día:
todo lo que soy, todo lo que tengo.
Guarda y protege, y también defiende
a este hijo tuyo, que así sea.
Amén.

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me entrego del todo a Ti,
y en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos,
mi lengua y mi corazón,
en una palabra, todo mi ser,
ya que soy todo tuyo,
¡oh Madre de bondad!,
guárdame y protégeme
como hijo tuyo. Amén.

¡Oh Señor mío, oh Padre mío!,
yo me entrego del todo a Ti
y en prueba de mi afecto,
con amor filial te consagro en este día:
todo lo que soy, todo lo que tengo.
Guarda y protege, y también defiende
a este hijo tuyo, que así sea.
Amén.

¡Oh Señor mío, oh Padre mío!,
yo me entrego del todo a Ti,
y en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos,
mi lengua y mi corazón,
en una palabra, todo mi ser,
ya que soy todo tuyo,
¡oh Padre de bondad!,
guárdame y protégeme
como hijo tuyo. Amén.


Madre del Amor Misericordioso,
bien sabes que tu Hijo,
desde lo alto de la Cruz,
señaló el camino de la piadosa filiación
como aquel que deberíamos recorrer.
Te imploro me obtengas la gracia
de acercarme a tu Inmaculado Corazón,
desde mi propio corazón,
para aprender a amarte
y a honrarte
con el amor
que el Señor Jesús te tiene.
Cuida que este hijo tuyo
ingrese así
en el proceso de amorización
y vea algún día cumplida
la gran esperanza
de verse conformado
con el Salvador.
Amén.

Padre del Amor Misericordioso,
bien sabes que tu Hijo,
desde lo alto de la Cruz,
señaló el camino de la piadosa filiación
como aquel que deberíamos recorrer.
Te imploro me obtengas la gracia
de acercarme a tu Inmaculado Corazón,
desde mi propio corazón,
para aprender a amarte
y a honrarte
con el amor
que el Señor Jesús te tiene.
Cuida que este hijo tuyo
ingrese así
en el proceso de amorización
y vea algún día cumplida
la gran esperanza
de verse conformado
con el Salvador.
Amén.
bien sabes que tu Hijo,
desde lo alto de la Cruz,
señaló el camino de la piadosa filiación
como aquel que deberíamos recorrer.
Te imploro me obtengas la gracia
de acercarme a tu Inmaculado Corazón,
desde mi propio corazón,
para aprender a amarte
y a honrarte
con el amor
que el Señor Jesús te tiene.
Cuida que este hijo tuyo
ingrese así
en el proceso de amorización
y vea algún día cumplida
la gran esperanza
de verse conformado
con el Salvador.
Amén.


Santa María,
ayúdame a esforzarme
según el máximo de mi capacidad
y el máximo de mis posibilidades
para así responder al Plan de Dios
en todas las circunstancias
concretas de mi vida.
Amén.

Espíritu Santo,
ayúdame a esforzarme
según el máximo de mi capacidad
y el máximo de mis posibilidades
para así responder al Plan de Dios
en todas las circunstancias
concretas de mi vida.
Amén.
ayúdame a esforzarme
según el máximo de mi capacidad
y el máximo de mis posibilidades
para así responder al Plan de Dios
en todas las circunstancias
concretas de mi vida.
Amén.


Brillante Luna
de la nueva evangelización,
que con tu fulgor
iluminas la noche
por la que tantos
deambulan sin rumbo
en el mundo de la «cultura de muerte»,
alumbra todo humano caminar
con la luz del Señor Jesús
que sin igual sabes reflejar.
Amén.

Espíritu Santo, guía
de la nueva evangelización,
que con tu fulgor
iluminas la noche
por la que tantos
deambulan sin rumbo
en el mundo de la «cultura de muerte»,
alumbra todo humano caminar
con la luz del Señor Jesús
que sin igual sabes reflejar.
Amén.


Madre bondadosa,
protege a los tentados,
auxilia a los pecadores,
ayuda a los pusilánimes,
socorre a los necesitados,
conforta a los atribulados,
intercede por los consagrados,
cúbrenos con tu manto protector
y obténnos el don de experimentar
tu maternal y amorosa protección.
Que así sea.

Espíritu bondadoso,
protege a los tentados,
auxilia a los pecadores,
ayuda a los pusilánimes,
socorre a los necesitados,
conforta a los atribulados,
intercede por los consagrados,
cúbrenos con tu manto protector
y obténnos el don de experimentar
tu divina y amorosa protección.
Que así sea.
protege a los tentados,
auxilia a los pecadores,
ayuda a los pusilánimes,
socorre a los necesitados,
conforta a los atribulados,
intercede por los consagrados,
cúbrenos con tu manto protector
y obténnos el don de experimentar
tu divina y amorosa protección.
Que así sea.

de fray Luis de Granada, O.P. (1504-1588)

No me desampare tu amparo,
no me falte tu piedad,
no me olvide tu memoria.
Si tú, Señora, me dejas, ¿quién me sostendrá?
Si tú me olvidas, ¿quién se acordará de mí?
Si tú, que eres Estrella de la mar
y guía de los errados, no me alumbras, ¿dónde iré a parar?
No me dejes tentar del enemigo,
y si me tentare, no me dejes caer,
y si cayere, ayúdame a levantar.
¿Quién te llamó, Señora, que no le oyeses?
¿Quién te pidió, que no le otorgases?

No me desampare tu amparo,
no me falte tu piedad,
no me olvide tu memoria.
Si tú, Señor, me dejas, ¿quién me sostendrá?
Si tú me olvidas, ¿quién se acordará de mí?
Si tú, que eres Estrella de la mar
y guía de los errados, no me alumbras, ¿dónde iré a parar?
No me dejes tentar del enemigo,
y si me tentare, no me dejes caer,
y si cayere, ayúdame a levantar.
¿Quién te llamó, Señor, que no le oyeses?
¿Quién te pidió, que no le otorgases?

BAJO TU AMPARO

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita. Amén.

Bajo tu amparo nos acogemos, Espíritu Santo de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Espíritu glorioso y bendito. Amén.

OFRECIMIENTO A LA SANTÍSIMA VIRGEN

¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como a pertenencia y posesión tuya. Amén.

¡Oh Señor mío! ¡Oh Espíritu mío! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Espíritu de bondad, guárdame y defiéndeme como a pertenencia y posesión tuya. Amén.

ANGELUS

V. El Ángel del Señor anunció a María,
R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Avemaría.
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Avemaría.
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Avemaría.
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

V. El Ángel del Señor anunció a María,
R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Ave Espíritu Santo.
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Ave Padre.
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Ave Verbo divino
V. Ruega por nosotros, Espíritu Santo de Dios,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.



-LA GRAN DEVOCIÓN MARIANA DE SAN BERNARDO

(A) CATÓLICO

Plegaria mariana original de San Bernardo:

“Si se levantan los vientos de las tentaciones,
si tropiezas con los escollos de la tentación,
mira la estrella, clama a María.
Si te agitan las olas de la soberbia,
de la ambición o de la envidia, mira la estrella,
invoca a María. Si la ira, la avaricia
o la impureza impelen violentamente la nave
de tu alma, mira a María.
Si turbado con la memoria de tus pecados,
confuso ante la fealdad de tu conciencia,
temeroso ante la idea del juicio,
comienzas a hundirte en la sima sin fondo
de la tristeza o en el abismo de la desesperación,
piensa en María.
En los peligros, en las angustias, en las dudas,
piensa en María, invoca a María.
No se aparte María de tu boca,
no se aparte de tu corazón.
Y para conseguir su ayuda intercesora,
no te apartes tú de los ejemplos de su virtud.
No te descaminarás, si la sigues.
No desesperarás, si la ruegas.
No te perderás, si en Ella piensas.
Si Ella te sostiene, no caerás.
Si te protege, nada tendrás que temer.
No te fatigarás, si es tu guía.
Si Ella te ampara,
llegarás felizmente al puerto de salvación.”

(B) CRISTIANIZADO

El mismo rezo de San Bernardo, pero ahora purificado:

“Si se levantan los vientos de las tentaciones,
si tropiezas con los escollos de la tentación,
mira la estrella, clama al Espíritu Santo.
Si te agitan las olas de la soberbia,
de la ambición o de la envidia, mira la estrella,
invoca al Espíritu Santo. Si la ira, la avaricia
o la impureza impelen violentamente la nave
de tu alma, mira al Espíritu Santo.
Si turbado con la memoria de tus pecados,
confuso ante la fealdad de tu conciencia,
temeroso ante la idea del juicio,
comienzas a hundirte en la sima sin fondo
de la tristeza o en el abismo de la desesperación,
piensa en el Espíritu Santo.
En los peligros, en las angustias, en las dudas,
piensa en el Espíritu Santo, invoca al Espíritu.
No se aparte el Espíritu Santo de tu boca,
no se aparte de tu corazón.
Y para conseguir su ayuda intercesora,
no te apartes tú de los ejemplos de su virtud.
No te descaminarás, si le sigues.
No desesperarás, si le ruegas.
No te perderás, si en el Espíritu Santo piensas.
Si el Espíritu Santo te sostiene, no caerás.
Si te protege, nada tendrás que temer.
No te fatigarás, si es tu guía.
Si el Espíritu Santo te ampara,
llegarás felizmente al puerto de salvación.”

Salmo 37:17; Salmo 145:14

(A) CATÓLICO: "A Jesús por María".
(B) CRISTIANIZADO: "A Jesús mediante el Espíritu Santo".

"Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros."
1 Pedro 5:7

-CONCLUSIÓN:

Padre,
te ruego que me socorras y me salves
por medio de Jesucristo,
único y suficiente Redentor del hombre, único y suficiente mediador entre Dios y los hombres, en el ministerio del divino Espíritu Santo.
Amén.

Juan 14:6; 1 Timoteo 2:5; Hechos 4:12 ; Mateo 11:28

“¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!” Mateo 9:27

" y el que viene a mí, no le echó fuera." Juan 6:37

"Clama a mí, y yo te responderé," Jeremías 33:3

Todos acudían sólo a Jesús de Nazareth, al Hijo de David, y a nadie más.
Tú debes acudir sólo a Jesús de Nazareth, ya que es el único mediador entre Dios y los hombres, y no necesita de comediadores, asesores, auxilios externos o difuntos colaboradores, ya que su única y suficiente interseción es poderosa y totalizante.

Jesucristo es Dios, Señor y Salvador.
Gloria a la Santísima Trinidad.
Oras al Padre mediante el Hijo, en el ministerio del Espíritu Santo. Todo sucede dentro de la Santísima Trinidad. Gloria a la Santísima Trinidad.
La profunda y triste realidad católica es que no quieren refugiarse totalmente en Jesús, en la Santísima Trinidad yendo directamente a Jesús sin escalas, ya que en el fondo no confían en su poder y cariño que todo lo cubre, inventando comediadores y otras desviaciones. La confianza del cristiano en Cristo Jesús es absoluta y hasta las últimas consecuencias, sin agregados.

" y no queréis venir a mí para que tengáis vida" Juan 5:40

Los cristianos acudimos ciegamente a Jesucristo como único y suficiente mediador, Dios y Salvador, y no necesitamos imágenes religiosas, amuletos, comediadores, ritos, muertos sobresalientes ni nada.

" y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre" Juan 14:16

Es el Espíritu Santo y sólo el Espíritu Santo quien nos lleva al Redentor, sin necesidad de escoltas o edecanes no requeridos. El divino Espíritu Santo es más que suficiente para llevarnos de su propia mano a Cristo.

Si vas a orar por ti o por otro, ve al Padre mediante Jesucristo en el ministerio del Espíritu Santo, punto.

1 Pedro 3:12; Salmo 34:4

"Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra Tradición"
Marcos 7:9

"Espíritu Santo de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Romanos 8:27



NO SEAS CATÓLICO


No seas católico b




Del blog índice LAS SOTANAS DE SATÁN


twitter.com/farina_jaime
fin